La empresa biotecnológica estadounidense Colossal Biosciences asegura haber desextinguido un animal por primera vez: el lobo gigante (Canis dirus), que desapareció hace más de 10.000 años. Los científicos habrían partido de una reconstrucción del genoma del animal extinto y después editaron células de lobo gris para que coincidiera con el del cánido desaparecido. Varias perras comunes gestaron y parieron con éxito a tres ejemplares, Rómulo, Remo y Khaleesi. Estos lobos están en una reserva animal cuya ubicación no ha sido revelada para protegerlos de la atención pública, según la revista Time, que ha adelantado la noticia.
SOUND ON. You’re hearing the first howl of a dire wolf in over 10,000 years. Meet Romulus and Remus—the world’s first de-extinct animals, born on October 1, 2024.
The dire wolf has been extinct for over 10,000 years. These two wolves were brought back from extinction using… pic.twitter.com/wY4rdOVFRH
La compañía ha hecho el anuncio a través de la red social X y de momento no ha aportado detalles sobre cómo ha creado estos animales y cuánto se parecen a los verdaderos lobos gigantes. Tampoco han publicado ningún estudio científico revisado por expertos independientes, un estándar de calidad esencial en ciencia.
El avance llega semanas después de que la misma empresa anunciase la creación de ratones cuyo genoma se había editado con la técnica CRISPR para incluir varios rasgos genéticos del mamut, un pariente extinto del elefante. Los animales llevaban varios genes del mamut, entre ellos el responsable de aportar un pelaje abundante y de color anaranjado.
Colossal ha creado estos animales basándose en ADN extraído de un diente de lobo gigante de hace 13.000 años y un cráneo de hace 72.000 años. Identificaron 20 diferencias claves en 14 genes responsables de características distintivas del lobo gigante, como su mayor tamaño, un 20% mayor que los lobos grises, pelaje blanco, cabeza más ancha, dientes más grandes, hombros más poderosos y patas más musculosas.

El objetivo de la compañía, cofundada por el carismático biólogo de Harvard George Church, es “desextinguir” al mamut, al tigre de Tasmania y otras especies usando para ello los vientres de animales actuales. En el caso del mamut, el objetivo sería partir de células de elefante para incluir algunos de los cambios genéticos característicos del mamut y usar elefantas como vientres de alquiler para gestar a las crías. No está nada claro que esta operación sea viable y, sobre todo, el animal resultante no sería un mamut lanudo como los que habitaron la Tierra hace miles de años. La otra gran aplicación de esta tecnología sería preservar especies actuales en peligro de extinción.

Por ahora es un enigma cómo de parecidos son los tres lobos nacidos de los verdaderos lobos gigantes, pero seguro que no son la misma cosa. El punto de partida de la “desextinción” del lobo gigante fue la extracción de células madre de la sangre extraídas a un lobo gris. Los investigadores editaron el genoma de estas células para modificar 14 genes. Después introdujeron el núcleo de esas células editadas en óvulos previamente vaciados de su contenido genético y los dejaron crecer en el laboratorio hasta obtener 45 embriones. Estos embriones se implantaron en dos perras. Cada una de ellas dio a luz a un cachorro en octubre pasado. El mismo procedimiento se repitió en el caso del tercer ejemplar, Khaleesi. Los responsables de la compañía aseguran que el comportamiento de los tres cachorros es característico de lobos, y no de perros.
Hasta la llegada de la técnica de edición genética CRISPR, la desextinción de especies había sido prácticamente imposible. Uno de los intentos que más cercanos estuvieron de traer al mundo un animal desaparecido fue el proyecto español de resucitar al bucardo. El primer ejemplar, Celia, murió ahogado nada más nacer.